como cualquier día vuelves especiales las tardes,
tus labios saben a vino tinto y tus lágrimas al año que se va,
tus brazos arropan mis hombros y acaricias mi espalda,
suavemente y muy despacio,
me quieres cuidar mientras derramas lágrimas sin parar.
de cuando en cuando te enjuagas las lágrimas,
me acaricias el pelo y me sonríes sin fuerza,
más bien encuentras tu consuelo en consolarme,
soy yo el que te consuela dejandose consolar.
y de pronto, nos quedamos dormidos,
y al abrir los ojos está luna sobre mi cama,
tu blanco rostro se ilumina mientras tus ojos azules,
se mantienen ocultos.
entonces mis manos te cubren la espalda desnuda,
dibujo con mis dedos nuestros pasos corriendo,
sin abrir los ojos te acercas tanto que me abrumas,
me envuelves y me quitas de jugar.
me cubro otra vez el alma contigo,
sin develar tus bellos ojos azules me besas dormida,
todo estará bien,
pareces decirme,
telepaticamennte.
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