miércoles, 23 de mayo de 2012
La Reforma Luterana y la consolidación del pensamiento medieval
Por: Edgar Estrada Vázquez
La Transformación
Siempre es apasionante hablar sobre el desarrollo del pensamiento humano,
probablemente no lo es para quien no lo entiende, pero en términos generales vislumbrar
la transformación de los conceptos en significados más adecuados para describir,
entender y vivir la realidad de nuestro tiempo, siempre es una oportunidad de reflexión
sobre nosotros mismos como seres pensantes.
Es muy sencillo, desde una óptica ajena y resentida, juzgar a la Filosofía medieval con base
en sus múltiples carencias y en su ceñido campo de estudio, y no propiamente me refiero
ceñido en términos intelectuales sino en términos meramente prácticos, que no menos,
obstruyeron las posibilidades del desarrollo filosófico de la época. La realidad es que la
edad media, a pesar de su entorno en general, oscuro con respecto a la posesión del
conocimiento, fue un interesante transporte de la Filosofía antigua a la Filosofía moderna.
Gracias a la reinterpretación de la moral tanto platónica como aristotélica, la adopción
de principios estoicos, el cultivo de la retórica, y otras transformaciones y adecuaciones
de los conceptos griegos y romanos; no sólo perduro, sino que permitió eventualmente,
sentar las bases para la reforma luterana; parte aguas en la vida del cristianismo como lo
conocemos y en el desarrollo de los estados nación de la Europa Occidental.
¿Es realmente el conocimiento el que se subyugo a las autoridades eclesiásticas durante
el oscurantismo cristiano? O ¿Es la fuerza del conocimiento tan grande para romper
con cualquier cerco de la información? Algo que queda claro en los hombres del
medioevo es la perspicacia y anarquía que reinaba en sus consignas. (Es discutible que
tan desapercibidos pasaban realmente estos mensajes dentro de las consignas, dado que
la iglesia persiguió, desterró y dio muerte a gran número de intelectuales y pensadores
medievales)
Los hombres detrás de las ideas
La característica esencial en el pensamiento de Dante, de Pico, Petrarca, San Agustín,
Santo Tomás, Ficino, y demás pensadores medievales es este “despertar ante la evidencia
de la consciencia humana”. En términos muy complejos y por medio de la literatura
común de la edad media, estos personajes comenzaron a formar parte de un discurso
que si bien en términos generales describían, como muchos otros, el acontecer y el
vivir cotidiano de los hombres y sus andanzas, también comenzaron a incluir complejas
entidades que se prestaban a la duda, a la imaginación y, hasta de forma indirecta, el
cuestionamiento.
Aunque ninguno abiertamente tachó al estado eclesiástico de nada, y en algunos
casos, además, fueron activos ideólogos de las bases filosóficas del cristianismo (San
Agustín, Santo Tomas y Dante Alighieri) Existía en sus palabras la llama del pensamiento
consciente, de la doble interpretación y de los sentidos cargados de otros sentidos más
Es precisamente este esfuerzo incansable por el desarrollo del pensamiento, lo que en
1517 llevó a Martín Lutero a publicar en la puerta Palacio de Wittenberg. “Después de
hacer caso omiso a Lutero diciendo que era un borracho alemán quien escribió las tesis"
y afirmando que cuando estuviera sobrio, cambiará de parecer"1 95 tesis que se erigían,
principalmente, en contra de la venta de indulgencias (este hecho en concreto fue la
principal razón por la cual Lutero decide emprender esta campaña de concientización
y al mismo tiempo de rebeldía), y en general condenaba la corrupción en el manejo
del cristianismo como institución; dichas tesis, no está de más mencionar, fueron
subestimadas y minimizadas por las autoridades eclesiásticas. La descalificación y la
subestimación de los principios filosóficos contrarios a los establecidos han sido desde
siempre, herramientas de las elites del poder para seguir ignorando las consignas liberales
de quienes se sienten oprimidos.
Philip Schaff, History of the Christian Church (Charles Scribner's Sons, 1910), 7:99; W.G. Polack, The Story
of Luther (Concordia Publishing House, 1931), p. 45
El sentimiento de opresión es en sí, un proceso que conduce a un callejón sin otra salida
que la revolución. Existen diversas formas de llevar a cabo dicha revolución, en muchas
ocasiones son los mismos opresores quienes provocan estos movimientos revolucionarios
con la intención de controlarlos, moldearlos y evitar que el sistema se colapse.
En palabras de Hegel “Es de Lutero de quien arranca el movimiento de la libertad del
espíritu en su propia médula y revistiendo además un movimiento que se mantiene
dentro de la misma médula”2 Sin abundar en el concepto Hegeliano de “espíritu” lo
que si podemos destacar es que: este movimiento se genera dentro del ser humano,
particularmente en la mente humana. Se escapa de una metafísica irreflexiva que opera
únicamente en forma de institución gestora y proveedora de una moral universal, sin
que ésta esté fundamentada en una argumentación lógica propuesta y discutida desde el
terreno de la razón.
No por esto se convierte por completo el pensamiento de la época. La realidad es que esta
reforma es el despertar de una nueva forma de comunicación entre sociedad y gobierno
entre el estado eclesiástico y sus fieles.
Hasta este momento, la filosofía se había limitado a enunciar los conceptos y las
disposiciones que la misma iglesia había puesto en la mesa de discusión, los pensadores,
principalmente los teólogos, intentaban dar explicación a los fenómenos naturales y
sociales propios de la cotidianeidad y así mismo en ellos buscaban sustento a las tesis
metafísicas que convenían a reforzar las creencias del catolicismo. Sin embargo es
imposible acallar o conformar a una mente ambiciosa, con explicaciones que claramente
comenzaban a caer por su propio peso. La desigualdad, los privilegios de la alta sociedad
religiosa no encajaban con su evangelio de austeridad y penitencia, conforme el tiempo
fue siguiendo su curso, no resultó difícil para los que estaban alrededor observar esta
degeneración del cristianismo.
Cabe señalar que en términos generales, la reforma luterana no pretendía derrumbar de
Lecciones sobre la Historia de la Filosofía III, G. W. F. Hegel, Fondo de Cultura Económica, Octava Impresión
2005. C) La Reforma, pag. 193
una vez la fe cristiana sino simplemente darle un enfoque más racional e incluyente de la
inteligencia de los feligreses:
“16. El infierno, el purgatorio y el cielo parecen diferir de la misma forma que la
desesperación y el miedo difieren de la certeza de la salvación.”3
Es la reconciliación del hombre consigo mismo, según Hegel, la que le permite poner en
cuestión la verdadera legitimación de su propia subjetividad y, entiendo a Dios como
parte de esta habilidad humana, la del pensamiento, entonces encaja perfectamente que
los designios morales más puros puedan provenir efectivamente desde el hombre y para
el hombre, entendiendo su habilidad de pensar como una manifestación de la divinidad
en sí misma.
Es claro que la edad media fue un periodo oscuro para el pensamiento libre. No fue fácil
que las tesis griegas se acoplaran a la vida diaria del cristianismo, de hecho requerió gran
esfuerzo y dedicación, que estos textos se integraran a la filosofía cristiana. Sin embargo
es claro también como gracias a estos textos filosóficos y prefilosóficos el cristianismo
logró nutrir no sólo un discurso evangelizador, sino además una filosofía compleja llena de
elementos que permitían acercarse a la gente, involucrándola, integrándola y dándole una
guía pragmática sobre el comportamiento y los principales misterios de la vida.
El valor del conocimiento dejó su marca precisamente en la integración con lo presente,
en ese momento y su aplicación como fuente fecunda de: adoctrinamiento por un lado,
y de proveedor de sentido por el otro lado. Cuando al cristianismo le queda demostrada
la efectividad del uso del pensamiento, por un lado aprovecha todas sus herramientas
(principalmente la retórica) y por el otro lado, implementa un cerco que no permita se
desarrolle en la sociedad en general un sentido pensante, propiamente dicho un sentido
crítico del pensamiento.
Afortunadamente para nosotros como civilización humana, tenemos la capacidad de ir
Portal del Nuevo testamento: Las 95 Tesis de Martín Lutero. URL: http://spanishnewtestament.com/
Lutero/95Tesis.html
más allá de nuestros propios límites establecidos, y entendiendo que generalmente estos
límites son impuestos en general por grupo de poder que dominan el conocimiento y
los recursos materiales, no fue muy difícil que a través del tiempo, casi 5 siglos, la gente
cobrara una necesidad de una respuesta más racional que espiritual. Por fín los dogmas
y las imposiciones llegaron al límite de su capacidad y se quedaron insuficientes ante
las demandas intelectuales, emocionales y espirituales de una sociedad hambrienta de
Sería arrogante pensar que solamente la gran capacidad intelectiva de los hombres fueron
los que lideraron esta consolidación, es también clave, que el cristianismo en Europa
Occidental, había ya finalmente, instaurado una clase burguesa solida, con principios
básicos y con acceso a una gran cantidad de servicios, la calidad de vida de la alta edad
media a los finales de la baja edad media, demuestran esta evolución no sólo en términos
arquitectónicos sino también en términos de desarrollo humano. Entonces cuando las
personas tienen suficiente tiempo para investigar, estudiar y recrearse; cuando todos
los cabos sueltos de la filosofía cristiana se manifiestan y provocan un desasosiego
generalizado en aquellos que pueden ver que están siendo abusados por otro grupo, que
ostenta el poder y que parece anteponer sus fines sobre el bien común.
La venta de indulgencias por parte de la Iglesia Católica con el propósito de construir la
Catedral de San Pedro es la punta más alta que alcanzó la pirámide del poder cristiano. Un
exceso de tal magnitud se explica principalmente por dos cosas:
1. La falta de un contrapeso real ante la autoridad cristiana
2. La falta de un pensamiento crítico en la sociedad en general
La falta de un contrapeso real ante la autoridad cristiana
La iglesia recorrió un áspero y largo camino para consolidarse como la religión más
extendida en el mundo moderno, trató con vehemencia de adaptar símbolos paganos
a su nueva doctrina, se acercó a las necesidades de los desposeídos y trató siempre
de mostrarse como la respuesta universal. Una vez que alcanzó suficiente impulso a
mediados de los 1,400’s se convirtió en algo parecido a una bola de nieve descendiendo
a toda velocidad de una montaña, a medida que incrementaba su velocidad, también
incrementaba su volumen y su tamaño.
Esta avalancha desmedida de poder y control cristiano terminó por conducir a los sumos
pontífices a carecer de un contrapeso real, al estilo de los cesares romanos, a todo tipo de
abusos y excesos, del brazo de la santa inquisición fueron acabando con cualquier conato
de oposición real e ideológica. Es probable que en algún punto no hubiera nada más
grande en occidente que el esplendor del cristianismo, esto nos puede ayudar a entender
su impacto a siglos de su nacimiento.
En este contexto, la iglesia decidía el destino entero de naciones pueblos y feudos. La
voluntad papal pasaba por encima de la vida de millones de seres humanos, sus bienes
y sus deseos. No resulta difícil en este contexto imaginar que la elite del poder cristiano
decidiera comenzar a vender los lugares en el cielo.
La falta de un pensamiento crítico en la sociedad en general
La transición del mundo romano al mundo cristiano fue bastante accidentada. La
esperanza de vida era de unos 25 años, los servicios médicos estaban prácticamente
en cero, la higiene y el conocimiento del cuerpo humano eran áreas de estudio aún
inexploradas, la potabilidad del agua, las enfermedades de transmisión sexual, lo difícil de
realizar un parto exitoso y además Europa azotada por el hambre y las nevadas eran un
panorama ideal para la extinción de la raza humana.
Desde sus orígenes el cristianismo saco al mercado espiritual la posibilidad universal
de la redención. A diferencia de la visión romana y de las Polis griegas, el cristianismo
ofrecía por igual a los hijos de los príncipes que a los hijos de los mendigos, la oportunidad
de alcanzar la vida eterna y cantar alabanzas al lado de los ángeles y arcángeles en la
presencia y gracia de la santísima trinidad.
Aunque en la realidad la vida se asemejaba más a lo descrito en el primer párrafo,
esta ilusión comenzó a colmar a un gran número de los hombres de la edad media. De
esta forma el cristianismo sumó adeptos poco a poco hasta formar un grupo de fieles
innumerable.
Si lo anterior explica de manera sucinta el origen e inicio del cristianismo como religión,
no explica en ningún momento, cual fue el cambio sustancial entre la actual percepción
humana de la divinidad y el desarrollo que se podía contener en el cristianismo. Si bien
es cierto que el cristianismo ayudó a conformar una convivencia social y establecer claras
reglas morales, no existe hasta este punto un solo indicio de un sentido crítico o de
protesta propiamente dicho, en la ideología de los nuevos cristianos.
Los fieles cristianos fueron configurados para seguir, para creer y para abandonar la
materialidad mundana, además hostil y breve, por la vida eterna en la gloria y gracia
del espíritu santo. Por tanto, cuando el sufrimiento es más bien la moneda de cambio
por la salvación, parecería arriesgado intentar cambiar algo aquí en la tierra. A la luz de
lo anterior, no parece siquiera cínico, comercializar con la salvación de quienes puedan
poner precio a un lugar en la casa de dios.
La consolidación del pensamiento medieval
Lutero hace un paréntesis en este sentido y se vuelve hacía una nueva dirección. “Por
amor a la verdad y en el afán de sacarla a luz, se discutirán en Wittenberg las siguientes
proposiciones bajo la presidencia del R. P. Martín Lutero, Maestro en Artes y en Sagrada
Escritura y Profesor Ordinario de esta última disciplina en esa localidad. Por tal razón,
ruega que los que no puedan estar presentes y debatir oralmente con nosotros, lo hagan,
aunque ausentes, por escrito. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.” 4
Ya es hora de levantar la voz, de empezar el debate, iniciar la controversia, la
participación. Lo que Hegel llama el despertar del espíritu de sí y para sí, y que constituye
una nueva forma de vivir, de pensar lo pensado, de transmitir las ideas y sobre todo de
Portal del Nuevo testamento: Las 95 Tesis de Martín Lutero. URL: http://spanishnewtestament.com/
Lutero/95Tesis.html
convivir entre seres pensantes.
Las consignas que pretenden fundamentarse en la razón necesariamente han de buscar
a sí mismo la justicia y la universalidad de sus consignas. Nadie que presuma de llevar a
cabo un ejercicio crítico y racional puede pretender encontrar beneficios especiales para
un sector específico de la sociedad. La reforma y el derrumbe parcial de una estructura
hasta entonces perfecta, en términos de su homogeneidad, fueron una luz de esperanza
para toda la humanidad. Por vez primera el pensamiento dio luz a la injusticia, al abuso y a
las intenciones ocultas dentro de un discurso manipulado, retórico y malévolo, en nombre
de dios y del bien común.
Lutero culmina una labor subversiva de siglos, retomando el sentir de muchos hombres
brillantes antes que él, con la valiosa adición de la acción.
Cuando Martin Lutero clava en la puerta del Palacio de Wittenberg está accionando
un mecanismo nuevo, está rompiendo con el sencillo proceso de seguir un protocolo y
provocar, por medio de una acción diferente, que se lleven a cabo reacciones distintas
No es una coincidencia que para Hegel la Filosofía moderna comience a raíz de esta
transformación del cristianismo, mismo que, cabe señalar, nunca volvió a ser el mismo
después de la reforma luterana.
El pensamiento humano y la capacidad más pura de la razón son sin duda enigmáticas,
poderosas y por mucho, las características más representativas de la raza humana, sin
embargo esta capacidad, facultad o posibilidad realmente no son nada y se pueden volver
aún más insignificante que el poder que tiene una mosca de volar, si es que no se utiliza
de manera consciente y esta utilización no pretende la universalización de una moral que
permita la realización colectiva de la libertad y el desarrollo humano.
Bibliografía:
1. Portal del Nuevo testamento: Las 95 Tesis de Martín Lutero. URL: http://
spanishnewtestament.com/Lutero/95Tesis.html
2. Philip Schaff, History of the Christian Church (Charles Scribner's Sons, 1910), 7:99;
W.G. Polack, The Story of Luther (Concordia Publishing House, 1931), p. 45
3. Lecciones sobre la Historia de la Filosofía III, G. W. F. Hegel, Fondo de Cultura
Económica, Octava Impresión 2005. C) La Reforma, pag. 193
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