miércoles, 26 de octubre de 2011

Madurar

Por: Indra Aguilar

La vida no es un problema que tiene que ser resuelto, sino una realidad que tiene que ser vivida. Teniendo en cuenta que todos ven lo que aparento pero pocos ven lo que realmente soy. El miedo viene de mi mente y el valor de mi corazón, si realmente deseo algo lo intento, nunca temo fracasar pero no me gusta. No hay nada más gratificante que tratar de dar lo mejor de mí, la perseverancia tiene sus frutos.

En esta vida nada es perfecto, por eso el lápiz tiene borrador. Se dice “Todo lo que te pasa es reflejo de lo que haces” Entonces… ¿Qué hice? No entiendo. Cuando creo tener algo seguro, es quizás lo que fácil se escapa de mis manos; por eso aprendo a valorar lo que tengo.

La vida se encarga de enseñarme quien me amó, me ama, me amará y quien nunca lo hizo. Pero si no aplico la sinceridad, honestidad y fidelidad ni siquiera la vida logrará enseñarme.

Salud

Por los que dijeron “no me gusta” y terminaron juntos y enamorados. Por las personas que ya no están a nuestro lado y las que siguen con nosotros y le dan sentido a nuestra vida. Por esa persona que te llamaba 70 veces al día y hoy ni te saluda. Porque algún día cada quien recibirá lo que se merece. Y este triple es por esos amores que dejaron huella y no quisieron quedarse para siempre. Brindemos por ti, por mi y por los buenos momentos que están por venir.


lunes, 24 de octubre de 2011

Las relaciones interpersonales

Las relaciones interpersonales basan su complejidad además de en su propia naturaleza, en tres factores inalienables:

Su inmediatez,
Su dinamismo,
Su entorno.

Las personas sólo pueden interactuar en el presente, las interacciones con el pasado o el futuro, por medio de recuerdos, cartas, y por medio de proyectos y sueños son realmente reflexiones personales que no guardan las características de una relación interpersonal.

Existe básicamente un intercambio. Por breve que este sea, ambas partes fungen como receptoras y como emisoras de determinado mensaje o mensajes, mismo que están plagados de símbolos, emociones, sensaciones y actitudes que definen en gran parte el contenido de los mensajes que se comunican.

Hasta ahora, es imposible que dicho intercambio no se dé plagado de un entorno que afecta en mayor o menor medida las dos características antes mencionadas.

Como una cuestión tangente a las relaciones interpersonales se encuentran todos los conceptos que las personas forjan a lo largo de toda su vida sobre: sí mismos, los otros, y las relaciones interpersonales.

Es así que podemos ver que, a final de cuentas comunicarse es una tarea mucho más complicada de lo que originalmente las personas concebimos y además no sólo es una cuestión de comunicación como la entendemos, sino también, dentro de este escenario se dan las relaciones de pareja, las relaciones de poder y subordinación, relaciones familiares, relaciones laborales, y cualquier tipo de interacción humana puede ayudarse o destruirse a partir de dichos elementos.

Por lo tanto y sin pretender más por el momento que dicha distinción me gustaría más bien que dichas proposiciones fueran el campo de batalla para la discusión y la generación de nuevos conceptos con base en lo anterior, o si dicha argumentación lo ameríta, que se corrija y se replantee nuevamente.


No puedo dejar

No puedo dejar mirarte,
no puedo dejar de pensar en ti todo el tiempo,
no puedo dejar de verte con asombro,
no puedo dejar de escuchar todo lo que dices,
no puedo dejar de percibir tu aroma,
no puedo dejar de sentir tu piel tan suave,
no puedo dejar de desear, que cada vez más de ti,
no puedo dejar de ver como todo sucede,
no puedo dejar de imaginarte,
no puedo dejar de soñarte,
no puedo dejar de querer un poco más de ti.

Puedo intentar que te quedes para siempre.

No puedo dejar que te vayas.

miércoles, 19 de octubre de 2011

El hombre Light, Una visión light de la problemática humana en la modernidad, Ensayo.


Por: Octavio Colmenares

Enrique Rojas en un esfuerzo por destacar, lo que a su juicio, son las razones por las cuales nuestra sociedad se encuentra en decadencia y en la necesidad de actuar, de denunciar, de modificar radicalmente el rumbo de las sociedades humanas es impostergable. Sin embargo su visión psiquiátrica del ser humano y su separación de sí mismo como ser humano, hace un estudio del hombre desde una óptica lejana, fría y poco productiva.

Sin una sólida argumentación, utiliza la retórica de manera excesiva y busca por medio de ejemplos sensacionalistas infundir una visión de necesidad sin explorar los problemas a fondo en sus raíces y causas.
“El sufrimiento como forma suprema de aprendizaje”[1] y “Sin normas estéticas, hace cualquier dirección válida” Demuestran visiones no sólo conservadoras, sino en buena medida anti tolerantes y poco progresistas. Desde una visión profundamente aristotélica afirma: “Ser hombre es amar la verdad y la libertad”.

Hablar de “formas supremas” me obliga a pensar en el bien supremo en el cual Aristóteles basa toda su Ética Nicomaquea y su influencia queda marcada en todo lo que el autor dice. Pensar en el sufrimiento como forma suprema de aprendizaje es el reflejo de una visión punitiva del aprendizaje, ¿Por qué no el placer o el goce podría ser la forma suprema de aprendizaje? ¿Porqué una persona que ha tenido una experiencia maravillosa no tiene la capacidad de aprender de dicha experiencia y cambiar su vida? Este entendimiento en sentido negativo de la forma de aprendizaje, crea una distancia entre el autor y el hombre del cual habla, y además, al que reprocha constantemente ser inhumano, o al menos, no ser suficientemente humanista.

Desde la óptica anterior Enrique Rojas desarrolla un perfil psicológico de un hombre o sujeto, al cual llama nihilista fundamentado en 4 pilares que tienen como hilo conductor el materialismo:

Hedonismo,
El consumismo,
La permisividad,
La relatividad,

Dado que son conceptos profundamente simples no tiene caso desarrollarlos, lo que si hace sentido es explicar como el autor los relaciona, los desarrolla y los convierte en la psicología de un hombre para finalmente ponerlo de frente contra el problema moral.

Lo primero que el autor señala al preámbulo de dicha explicación es: El exceso de información y variedad de temas que están abiertos para los hombres y como ellos tienen acceso a este gran número de tópicos y a su vez, el hombre los adopta de forma únicamente superficial.

De manera paralela el autor afirma que esta superficialidad genera un vacío moral.
Pero, ¿Cómo se implica la superficialidad con el vacío moral? Un vacío moral como consecuencia de tener demasiadas opciones para elegir suena incongruente. El hecho de que existan un mayor número de opciones sólo posibilita el acceso a cualquier opción que se desee y que a partir de una breve reflexión es posible potencializar toda la información disponible en beneficio de cualquier persona.
Según el autor este vacío se intenta llenar por medio del consumo.

Posteriormente la tesis anterior sostiene que la permisividad hace que se acepte cualquier cosa como dada y se deje de juzgar y de proponer, esto produce una indiferencia en el hombre que le vuelve vulnerable al control.

Esto provoca que todo se vuelva relativo, y sin motivo alguno el autor habla del relativismo en términos de la absolutización de lo relativo. En todo su texto anterior y obra previa no hay nada que justifica dicha relación. ¿Porqué si no se es relativista, se es absolutista y vicervesa?
¿Por qué el relativismo necesariamente implica la absolutización de lo relativo? Es una idea inargumentada de Enrique Rojas.

Dicho todo lo anterior, el hombre entiende su libertad en términos de sus posibilidades de consumo creando la igualdad: consumo = libertad.
En un esfuerzo por traducir a lo que el autor considera: “cosas concretas” se menciona lo siguiente: El hombre no puede tener una vida conyugal estable, ni asumir con dignidad cualquier tipo de compromiso serio”. Que en ningún lado tiene nada de concreto.

Concluyendo con este perfil psicológico Enrique Rojas afirma que la interacción de estos pilares: partiendo del deseo inconmensurable del hombre por placer (hedonismo), permite que todas las posibilidades puedan ser exploradas (permisividad), esto lo lleva a un estado de revolución y necesidad de cambio constante (revolución sin finalidad), le permite tener una visión en situación de todo lo que sucede (relatividad) y la única manera como puede exteriorizar este proceso interno es por medio del consumo (consumo = libertad).

Por las palabras que utiliza el autor, podemos ver claramente el sesgo que está colocando sobre el pensamiento humano, claramente los términos en paréntesis podrían bien ser conceptos en sentido positivo y vistos desde una óptica neutral serían las herramientas propias de los hombres para poder llenar ese vacío moral, que Enrique Rojas propone parte de aquí esencialmente.
Obviamente esta visión psiquiátrica obliga a mirar al hombre como un paciente, lo deshumaniza para explicarlo por partes, pero además desde una visión enferma, sin permitir que el cuerpo humano utilice sus propias herramientas para curarse. Dota de todos los males que una personalidad puede arropar, pero desproveyéndolo al mismo tiempo de todas las virtudes humanas que es imposible en esencia no poseer. Interesante que plantee la formación humanística como medio de sensibilización de los hombres, claramente debería empezar por sí mismo.

El autor defiende que este ser humano nace en el seno de una sociedad enferma y de una cultura nihilista, y cita refiriéndose a la época de los grandes pensadores del siglo XVIII: “Se ha demostrado que una de las grandes promesas de la libertad, no era sino una tupida red en la cual el ser humano quedaba atrapado sin salida posible”[2] ¿Quién lo ha demostrado? ¿En que se basa? ¿Existe alguna desambiguarían de la expresión: “una tupida red”? Me parece únicamente un gesto retórico de una persona desconectada de la actualidad, víctima del sesgo generacional y esa patética nostalgia de pensar que los tiempos anteriores fueron “los buenos tiempos”.
Cuando habla del desarrollo del arte, gracias al flujo de información y la cantidad de influencias que han podido confluir gracias a los avances tecnológicos dice lo siguiente: “hemos llegado a un eclecticismo en donde cualquier dirección es válida” ¿Qué es lo terrorífico de lo anterior? ¿Por qué la dependencia de un único canon? Este tipo de pensamiento muestra profunda intolerancia, aversión a la incertidumbre y miedo al cambio.

Además continúa diciendo que esta tendencia sin explicar una relación fundamental, conduce al materialismo, y este materialismo conduce a una decadencia moral. Pero sí la moral la entendemos como la serie de normas no escritas que prescriben el comportamiento general de un grupo de seres humanos, ¿Qué relación existe entre el materialismo y la decadencia moral? Seguramente existe, me gustaría que el autor la explicara de manera argumentada.

El hedonismo como motor del consumismo

“De la revolución sin finalidad, llega el escepticismo y luego el individualismo ultranza”[3] De esta necesidad de placer que emana todo, como se llega al escepticismo y del escepticismo al individualismo recalcitrante, una vez más no hay explicación de nada.
Pues bien una revolución sin finalidad, hace que cualquiera se canse, ¿De dónde se cree que el ser humano seguirá avanzando sin sentido? Lo primero que sucede cuando se pierde el impulso es detenerse. Segunda ley de la termodinámica. Entonces, un ser detenido que lucha sin finalidad, ¿No cree en nada? Y si no cree en nada, ¿Porqué se movía en primera instancia? Y finalmente entonces como no cree en nada se aísla en sus propias ideas y genera para si mismo una propia realidad, esta idea no tiene procedencia directa del escepticismo, ¿Porqué el ser humano escéptico debería aislarse? Qué no acaso: si es un ser sin rumbo, sin creencias fijas y que además gusta de luchar sin finalidad, no le resultaría más sencillo refugiarse en el colectivo, asociarse con los que igual que él están inmersos en esta insaciedad y pasividad. Creer en un hombre que se segrega tendría fundamento en un hombre como el Zaratustra de Nietzsche y no en el hombre light.


Permisividad padre natural del relativismo

“Estamos frente a una ética de los fines o de la situación” Obviamente la ética es en situación y por tanto no hay cosas buenas ni malas en sí. Hacer la homologación de: Ética en situación y ética de los fines es malintencionado y peligroso.
No es lo mismo aceptar como válido que todo acto para poder juzgarse como ético, debe situarse en contexto y entonces deliberar sobre dicho acto, a; Aceptar como válido que los fines puedan determinar si un acto es ético o no lo es. La confusión anterior podría justificar la acción militar sobre la comunidad estudiantil para poder tener las calles limpias para algún evento deportivo de interés internacional.
“El derrumbamiento axiológico produce vidas vacías”[4] ¿La construcción axiológica construye vidas plenas? Recurrir al fin de las certezas autoritarias y axiológicas como origen del vacío moral que además intenta fundamentar anteriormente en el materialismo y en el nihilismo la cultura, no tiene fundamento alguno.

Un concepto de verdad simplista y autoritario

“Aspirar a la verdad, es aspirar a lo mejor de nosotros mismos” Entender el pensamiento Nietzscheano como nihilista y como hierático, no es más que una pobre interpretación que hace Enrique Rojas de un esquema de pensamiento que pretende generar una ética personal sin el sesgo de la moral europea cristiana del siglo XIX. Esta tendencia a descalificar la idea de ruptura, consciencia y reflexión como “nihilismo” es una malintencionada forma de explicar porqué lo que el dice debe ser considerado como mejor, aunque no necesariamente lo argumenta mejor que Nietzsche.
“El hombre light, muestra curiosidad incesante pero sin brújula”[5] El problema es que esta “brújula” el autor pretende sea hallada fuera del hombre mismo, en vez de proponer una introspección que genere una idea crítica de sí mismo, lo que propone es darle a este hombre una dirección. “La misión del intelectual es guiar a la mayoría en busca de la verdad”[6] ¿Sí? Guiar, entendido como guía una brújula es una indicación que debe ser entendida de forma cardinal, o uno u otro lado. Este miedo al relativismo proviene de la idea que tiene Rojas, que ya existe un orden deseable y mejor para todos los hombres y que son los intelectuales los que deberían conducir al resto de los hombres a un camino distinto. Lo que no sé si no sabe o no se percata es que ese es el principio de todas las instituciones de poder social de la modernidad, pareciera ser que está abrigándose en el propio Hobbes al proponer una nueva edición del contrato social.


El relativismo satanizado

“El prototipo de hombre light, busca el absoluto” Y lo busca por medio del relativismo. Pero, ¿No el mismo autor está relativizando actitudes particulares del hombre light, para llevarlas a definiciones absolutas? Si el hombre light compra cualquier cosa, es en manifestación de su consumo = libertad y lo hace por ansiedad y vacío. Las verdaderas motivaciones prácticas desaparecen para dejar a ese hombre, deshumanizado, mecánico y analizado como una rata de laboratorio. Entonces, Es a caso el autor el primer “hombre light” ¿Porqué este constante satanización de la relatividad? ¿Qué necesidad de demostrar que las condiciones no juegan un papel importante en cada situación?

El problema de dichas sentencias, es que no se abren al dialogo, al comentario, a la discusión, no relativizar no condena a absolutizar ni viceversa, entender los extremos como las únicas soluciones posibles son una contradicción en sí mismo para una persona que argumenta su tesis en principios aristotélicos. ¿Y el punto medio?

Separar Libertad y Liberal como justificación de la coerción
Sin éxito, el autor desdobla los conceptos de liberalidad, y permisividad y trata de hacerlos ver como algo indeseable, sin realmente tener una sola razón válida para dicho planteamiento. Dice que una tolerancia total no sería deseable, que abrir las puertas de par en par a la libertad, debe entenderse de forma adecuada. O sea que la libertad de puertas abiertas en sentido literal, ¿No es adecuada? Debe existir, según Rojas lineamientos que coarten la libertad de las personas para que estas se orienten a ciertos fines por sobre otros, ¿Cuáles fines y quién los determina? Y bajo que premisas, eso no lo menciona el autor.

“Emergen interés miniaturizados… se deslizan a una indiferencia relajada” esta descalificación a la pluralidad es una triste manera de intolerancia, preferir un espectro de posibilidades limitado por encima de la posibilidad de avocarse a cualquier otra cosa que se desee, es claramente una forma de pasar por encima de los deseos y derechos de las demás personas. Llamar secta a una religión sólo por no ser la preferida se llama intolerancia.

Relativismo y Permisividad

“En tanto que una respuesta muestra de una población a un tema planteado, es un error, por que la verdad no proviene de lo que diga la mayoría, sino porque en sí mismo algo resulta positivo o negativo” ¿Qué resulta positivo o negativo en sí mismo? El relativismo no es un consenso de lo que diga la mayoría, entenderlo de esa manera es equivoco y plantearlo es engañoso.
Mientras estoy absolutamente de acuerdo que la verdad que proviene del consenso de una muestra de población no es válida, tampoco creo que exista algo como bueno o malo en sí mismo. Eso desprendería el contexto social y humano de las situaciones y hacerlo abandona por completo el ámbito de la ética.

Sobre la sexualidad light

No existe nada realmente profundo de dicho análisis, el autor vacía una serie de opiniones anticuadas sobre cómo operan los individuos en términos de sus deseos y comportamientos sexuales.
“La pornografía es todo lo contrario a la sexualidad verdadera” una persona que descalifica los conceptos desde una perspectiva absoluta, está condenada a contradecirse en la praxis de la actualidad. El hecho de que algo no concuerde con los conceptos personales no lo despoja de su condición de realidad y verdad.

Sobre la palabra “Light”, la comodidad y el sentido de la muerte

Desgraciadamente la necesidad del autor por hacer sonar sus premisas apremiantes, lo hace caer una retórica, que si bien sus argumentos se caen a pedazos uno tras otro, dicha retórica lo coloca en una posición de padre regañando a su hijo, mismo que pierde todo valor objetivo.

En muchas palabras y valiéndose de muchas particularidades para nombrar problemas sociales complejos, el autor desglosa una serie de elementos además comunes y satanizados en todas las épocas, los medios de comunicación como motor activo de la permisividad y apatía de los seres humanos en una sociedad, las relaciones superficiales que se llevan hoy en día, los sistema de producción poco o nulamente sustentables, que nos arrastran a una situación de desperdicio y sobre consumo, La carencia de valores en un sentido judeocristiano y sin apego a la autoridad, la necesidad de solucionar en el corto plazo los problemas complejos, hacen que el hombre salte de una solución sencilla a otra, sin concentrarse en el resultado y saciando su necesidad de cambio con un producto que lleve simplemente dicho nombre.

La comodidad que produce vivir de manera superficial provoca que los seres humanos se vuelvan lentamente menos hábiles para pensar y que con el tiempo pierdan casi por completo su sentido crítico.
Sin embargo, Rojas está más concentrado en explicar en términos prácticos, los hechos particulares que parecen propiamente dicho, consecuencias lógicas de una sociedad con dichas características, y que pensar en corregir dichas conductas por medio de la coerción no hace más que tapar el problema esencial.
Este rompimiento del que habla Enrique Rojas, “hay que hacer una llamada a la capacidad oral y espiritual, si queremos sacar al hombre light de su estado actual”[7] es más bien un readoctrinamiento del hombre moderno en parámetros de una ética aristotélica clásica.

En vez de proponer un despertar, una consciencia, una profunda sensación de malestar que conduce al hombre a pensar y tomar consciencia, por si mismo de su situación, misma que lo obligue a modificar su conducta y a pensar en la necesidad de buscar una mejor calidad de vida para todos los miembros de su comunidad, entendiéndose como comunidad a todo el entorno. Más bien Rojas se cansa de satanizar lo malo del ser humano y de enaltecer los valores como la verdad y el bien en sí mismo, que no sólo no explica cómo alcanzarlos, sino que además juzga a quien no los considera los bienes supremos.

La vida no se improvisa y la vida como problema

¿La vida no se improvisa? ¿Existe un manual sobre cómo debe vivirse la vida? “Los psiquiatras sabemos la importancia del troquelado familiar en la formación de la personalidad” la arrogancia con la que el autor habla de los hombres como ratas de laboratorio y su ejemplo de ver la vida como un problema explica en cierta medida porque dice todo lo que dice y a su vez las formas que utiliza para plantearlo todo de esta forma.

El problema de ver por encima de la propia vida y empezar a enlazarla desde un lugar que no existe, satanizando y santificando conceptos de manera arbitraria, sólo con el afán de llegar a una tesis que como bien dice Enrique Rojas es una denuncia, pero de su ignorancia, arrogancia y falta de apertura ante la forma de desarrollarse de la sociedad.

Todos los seres humanos estamos inmersos en la realidad y formamos parte de su presente y de su construcción. Entender la sociedad actual como consecuencia únicamente del paso del tiempo y ver al ser humano como una ficha de ajedrez que venido recorriendo el tablero a la voluntad de una mente maestra es claramente deslindarse del problema.

Pues lo hombres no hemos llegado a estas instancias de la sociedad por una cuestión fortuita, son todas las ideas de orden y progreso desde el renacimiento hasta el siglo XIX las que han permitido que ciertos grupos con base en ciertas ideas, ejerzan el poder y permitan cegar de manera gradual y casi descarada al resto de la población.

Entonces no entiendo como citando a los griegos, santo Tomás, Agustín, al mismo Hobbes y muchos más, pretenda generar una tesis nueva y salvadora, si en manos de dichas tesis construimos nuestro presente.

La filosofía y el hombre desde una perspectiva médica

Aunque el autor debió sentirse con plena autoridad, para hacer una interpretación filosófica del hombre y de la sociedad desde los ojos de un psiquiatra, es claro que no tiene claro lo que es una estructura lógica, la importancia de verificar sus argumentos, cuidar la neutralidad siempre que sus argumentos deberían ser en sí mismos pilares de sus ideas y no la retórica tenga que venir a ensalzar la necesidad de hacer énfasis en algo, lo único que se enfatiza es la falta de capacidad intelectual.

Paradójicamente Enrique Rojas habla de humanizar al hombre, de instruirlo en las humanidades para que se haga consciente de su condición de ser humano, de su poder y valor individual, de la importancia de la vida por encima de los intereses materiales y políticos, pero en realidad el juzga al hombre desde una visión clínica. A la primera oportunidad lo atrapa en sentencias como, “La psiquiatría sabe que X lo determina Y” Robándoles a los hombres la capacidad de autodeterminarse, de romper el esquema que sólo existe en la mente del autor, y que generaliza y adopta una postura universal cuando en realidad existen millones de parámetros que hacen de cada situación y cada hombre único.

El patético intento de solucionar los problemas de una sociedad, llena de diversas necesidades, plagadas de procesos históricos diferentes, de tiempos, latitudes, culturas y necesidades todas distintas y tan vibrantes a su propio ritmo, por medio de un intento de ética universal en el que todos partiendo de ser “hombres light” deberíamos adoptar una consciencia sobre una moral que coarte nuestra libertad con el fin de que todos podamos gozar de una felicidad igualitaria, aparentemente en el sentido hobbesiano, en donde el bien supremo sea la felicidad como un proyecto de vida, donde el amor y el trabajo deban regir las condiciones por las cuales los hombres valen dentro de una sociedad.

Si bien no explica como sobreviviríamos fuera del materialismo y el consumismo, Rojas si propone que es aberrante y el motor de nuestra permisividad, misma que nos lleva a volvernos escépticos al grado del nihilismo, por lo que nos extinguiríamos como sociedad.

Este tipo de pensadores, son los que confunden y convierten la ética y la moral, los valores y la importancia de la consciencia en uno mismo, temas aburridos, triviales e inaccesibles al lector y al estudiante común, porque en ningún momento el autor se esfuerza por hacer consciencia sobre la importancia de pensar, la clave de la que necesariamente debe partir toda pretensión ética, es del pensamiento de cada uno de los individuos, cualquier cosa parecida, engañosa y maliciosa como este texto, sólo será un intento fallido de imposición doctrinal.


[1] El hombre Light, Perfil Psicológico. Ideal Aséptico pag. 18
[2] El hombre light, hedonismo y permisividad pag. 21
[3] El hombre light, hedonismo y permisividad pag. 24
[4] El hombre light, Revolución sin finalidad y sin proyecto, pag. 24
[5] El hombre light, Verdad y libertad Pag. 38
[6] El hombre light, Verdad y Libertad, pag. 38
[7] Hombre Light, el regreso a los valores. Pag. 163

jueves, 13 de octubre de 2011

Salt Lake City and Moab, Utah and Chinle, Arizona.

by: Susannah McCorckle

Special Thanks to my dearest friend Susannah :) Thanks for always sharing joy.

I went to participate in adopt-a-native-elder program which provides a 3 week food/staples run twice a year on the Navajo Reservation in Arizona. Many of the elderly live in traditional hogans or in small homes with several generations of their families. They make money buy selling their woven bowls, wool weavings, and jewelry. Needless to say, they are very poor. Sometimes they do not have any indoor plumbing and even electricity.

Photos by crowds are not really suggested of the native people or personal property, but the organization did take a few photos. I’ll forward when I get them, and you might find the “little house on the praire” fall collection to be a real scream.

The weather was pretty much a buffet of all available from 20 mph winds/rain/sun/snow.. which one could experience all in one day.

We (25 volunteers) particpated in a Walk in Beauty ceremony in which we gave offerings of tabacco to the 4 directions, Mother Earth and Father sky. We had to find an item in each direction that meant bigger things to us than just witnessing them. I'd thought i'd share mine with you, so you get the feel of it and maybe put it into use during the next time you find yourself needing centering out in nature:

to the north: Was the beautiful canyon at Spider Rock, it reminded me that life was small.
to the east: was a pebble, it reminded me that life was big.
to the south: was a patch of moss, growing between two bolders. it reminded me that growth can be possible in dark places.
to the west: was a breeze, it reminded me that small actions can still be a sensory experience.

Needless to say, it was amazing countryside and the benefits of providing for such a proud and beautiful people and nation were quite rewarding. here's just a few pics...














miércoles, 12 de octubre de 2011

Instrucciones para idealizar a una mujer

Póngase cómodo, tome aire. Lo va a necesitar.

Mírela fijamente a los ojos, no por mucho tiempo... ella podría notar algo. Capture con delicadeza en su memoria el aroma que la rodea, siéntalo, recuerde en plenitud los tonos con los cuales la luz estaba sosteniéndola ese día frente a sus pequeños e impresionables ojos.

Enmarque el aire que se encuentre en el espacio suficientemente conmensurable al rededor de la situación, alrededor de tan bella primera vez. Desdibuje el resto de la habitación, baje el volumen de todas las voces, sonidos ambientales como: ambulancias, manifestaciones, vendedores ambulantes y perros maleducados, por lo menos a la mitad. Si la situación lo permite acompañe mentalmente dicho momento con una pieza de Mahler o Debussy... Puede ser algo más moderno pero advierto que el efecto a la larga se vuelve superficial.

No la mire todo el tiempo, pero no la pierda de vista. Debe ser el foco absoluto de toda su atención, toda capacidad creativa debe concentrarse en ella y en convertir de forma mágica todos sus pequeños recovecos en su nueva filosofía de vida. Deberá recordar cada ademán, cada gesto, cada sonrisa diferenciable y cada palabra, cada muletilla y hasta los errores sintácticos formarán exitosamente parte del bagaje maravilloso que hace nacer frente a sus ojos a una nueva diosa moderna.

Manténgase cerca, la mayor parte del tiempo posible, cree la mayor cantidad de vínculos y afinidades que le sean posibles, mienta un poco si es necesario, deje a un lado la timidez y láncese sin miedo a hablar, que probablemente no habrá oportunidad de revalorar la validez de dichos argumentos.

Hágala sonreír, indague lo más que pueda, sin caer en lo inapropiado, pregunte y conceda el asombro a cada instante, que esto alimentará como la leña seca a la hoguera, el ego de cualquier mujer, y esto puede ser lo único que puedo jactarme de estar absolutamente cierto.

Ante la mínima provocación acérquese, viva su perfume en vivo y de cerca, si le es posible estreche su mano, bésela en la mejilla o incluso abrácela, claro está, si la situación a sí lo permite. De lo contrario admire, invente cuanta cosa bella exista en si misma y conviene preguntar a quien muestre un indicio mínimo de interés con el fin de reafirmar los propios sentimientos. Si no hay nadie y momento tan importante le ha pillado sólo, no importa, que nadie se necesita más que vuestra disposición e imaginación.

En cuanto se haya ido, recuérdela. Hable de ella con quien le sea posible, escriba sobre ella, adapte todas las canciones que existen a su existencia, póngale flores al rededor, imagínela inmersa. Cada respiración imagine su perfume, hágalo más dulce, envuélvase en momentos mágicos que mezclen la memoria con la fantasía inmediata. Descúbrase a si mismo pensando en ella sin motivo y alégrese, escriba su nombre en el aire, cierre los ojos y traiga a su mente la más bella de todas sus sonrisas.

Antes de continuar quiero aclarar, algo que obvie por su simpleza, pero que no puedo permitir se escape del lector distraído como muchos de los que seguirán las presentes instrucciones por lo que recalco: "Cada que imagine a la mujer a idealizar, imagínela rodeada de flores y ángeles regordetes, mientras una suave voz similar a la de Adelle, le acompaña. Cada imagen mental que traiga de ella debe parecer una estatua perfecta esculpida a mano por 10,000 artistas juntos... hágala su emblema de la perfección."

Manténgala en su mente por, al menos, un par de horas y será imposible sacarla de su sistema por al menos 100 años.

Advertencia: Dichas instrucciones serán infalibles para al menos dos cosas: recordarla por siempre y perderle para siempre de la realidad.



The Story of Stuff

martes, 11 de octubre de 2011

El breve amor



Por: Julio Cortazar

Con qué tersa dulzura me levanta del lecho en que soñaba profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja en le espacio,
en vilo, hasta que el beso se posa curvo
y recurrente para que a fuego lento empiece la danza cadenciosa de la hoguera tejiéndose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo-

(¿Por qué, después, lo que queda de mí es sólo un anegarse entre las cenizas sin un adiós, sin nada más que el gesto de liberar las manos?)

lunes, 10 de octubre de 2011

La melancolía

Que deliciosa es la miel melancólica de la melancolía.

Que fácil es juzgar la desventura que nos lleva a tan frío estado del corazón, pero que duros somos al juzgarle sin sentirla intensamente.

"Qué sólo cuando no te tengo, ni existes, ni estoy en posibilidad práctica de tenerte que me siento de esta forma, y si hablamos de las condiciones de posibilidad del ser como infinitas y que el hombre ambicioso se concentra en obtener... Bien vale la pena hacer notar que este camino sin retorno es tan fortuito, como ganarse la lotería"

Si en verdad no puedo poseer lo que deseo si en verdad está absolutamente fuera de mi realidad y de todo lo que como ser humano puedo aspirar en la brevedad de mi propia existencia, en serio debe ser doloroso mirarte sonreír.


Pero dicho dolor no puede ser más efímero que al pronunciarlo se destruye, ya no existe, ya no está. porqué mientras ella para mí es posibilidad imposible y probabilidad inalcanzable si es que a caso yo fuera una ecuación derivada de la integración de otra cosa... "Se fue la luz"

... No soy yo al mismo tiempo posibilidad interminable de alguien más. ¿Cuántas historias no tendrán su final y su principio en mi? Debo ser principio y leimotiv en más de 1,000 conversaciones cada año, por necesidad absoluta de la convivencia social. Aún la gente que me odia debe odiarme a consciencia, aún la gente que me olvida debe utilizarme como escalafón para construir la diferencia entre los que si recuerda.

Por tanto imposible será pues borrar mi existencia sin pena ni gloria, si es que dicha situación me mantenía alarmado, pero no quiero admitir que lo dicho sea necesariamente el caso. El argumento en lo que vienen dichas palabras, es que es pues, la melancolía es "un garbanzo de a libra"

Pues no todos los días nos encontramos frente a la posibilidad real de atraparnos a nosotros mismos en un callejón sin salida. Pues generalmente actuamos para a toda costa evitar dichas calamidades. Pero si ya estamos aquí, sentados en el fondo de lo que entendemos como fondo, si nos jactamos de vivir al pie de nuestros sueños y con el alma en cada instante que respiramos, la melancolía no es más que la resaca de una noche de intoxicarse en forma suicida de amor por la vida.

Por me enorgullezco de sentirme melancólico, intranquilo, desdichado y miserable.

Por los que luchan

Hoy que he tenido un día insatisfecho quiero escribir lo siguiente:

A mi, no me pasa nada.
nada me falta,
nada me duele,
nada me inquieta.

Es sólo la pretensión del hombre la que le aleja de lo esencial.
a veces sólo tienes que beber una copa de vino.

No siempre la solución existe,
pues en ocasiones la vida se enreda en sí misma,
como el cable de los audífonos.

"Tengo razón"

Los seres humanos somos tan graciosos que no entendemos que la vida es, por encima de nosotros.

La decadencia esta solamente en el cansancio, el cansancio es natural y temporal.
Nadie está cansado todo el tiempo, pues es imposible no cansarse de estar cansado.

Es la ingenuidad de pensar que comprendemos cuando no lo hacemos la que nos conduce al error.
El error sólo existe cuando pensamos que existe algo correcto.

Porqué fuera de la caprichosa moralidad humana nada esta bien ni mal, simplemente existe.

La belleza absoluta existe en las transformaciones naturales, vidas y muertes licuadas en colores verdes, azules y violetas que huelen a tierra mojada y a frutas tropicales. Como las sonrisas auténticas, las incidencias paradójicas y las ironías circunstanciales. Que nada es más grande que el sentido pleno de la vida siendo ella misma.

Como todos los que lo saben lo intentan de decir, y para salir del lugar común encuentran combinaciones tan poéticas y maravillosas que obligan al que lo entiende a conmoverse al borde de las lágrimas, que los sensibles disfrutamos en derramar.

Lo que no había alcanzado a entender vendrá explicado de forma muy vaga y ambigua en mi siguiente post.


Me sirve no me sirve

Por: Mario Benedetti

La esperanza tan dulce
tan pulida tan triste
la promesa tan leve
no me sirve

no me sirve tan mansa
la esperanza

la rabia tan sumisa
tan débil tan humilde
el furor tan prudente
no me sirve

no me sirve
tan sabia tanta rabia
el grito tan exacto
si el tiempo lo permite
alarido tan pulcro
no me sirve

no me sirve
tan bueno tanto trueno

el coraje tan dócil
la bravura tan chirle
la intrepidez tan lenta
no me sirve

no me sirve
tan fría la osadía

si me sirve la vida
que es vida hasta morirse
el corazón alerta
si me sirve

me sirve cuando avanza
la confianza
me sirve tu mirada
que es generosa y firme
y tu silencio franco
si me sirve

me sirve la medida
de tu vida

me sirve tu futuro
que es un presente libre
y tu lucha de siempre
si me sirve

me sirve tu batalla
sin medalla

me sirve la modestia
de tu orgullo posible
y tu mano segura
si me sirve

me sirve tu sendero
compañero.

domingo, 9 de octubre de 2011

¿De qué color?

Debo guardar silencio,
y observar...
debo guardar silencio,
y escuchar.

No escucho claramente nada,
porque todo se siente lento,
en mis manos se escapa todo el tiempo,
el presente.

No podría sentir más intensamente todo,
como volar en sueños,
todo lo que ahí encuentro,
se vuelve real.

¿De qué color serás cuando te vuelvas realidad?


La terapia

-Siéntese, recuéstese. Póngase cómodo. ¿Le ofrezco un vaso con agua?- Dijo el doctor para calmar los nervios ansiosos de aquel hombre desesperado. -Gracias doctor. No no, estoy bien muchas gracias-. Dijo Bates quebrándose en agradecimientos pusilánimes. Definitivamente el hombre a penas y podía controlarse.

-Háblame de esta mujer, ¿Por donde quiere comenzar?- Se sentó el doctor, con una elegante libreta forrada en piel color café y un brillante bolígrafo de color negro, en una silla frente donde recién se había posado el caballero de unos 30 años, muy delgado y escuálido. Un hombre sencillo, inteligente y notablemente inseguro.

-`¿Qué sentido tiene doctor?, El problema no es nada sobre ella, esto se trata de mí. Sólo he venido en busca de una cura, de una solución sobre como sacarla de mi cabeza. Entiendo que no tengo futuro con ella, es abrumador el poder que ejerce sobre mi persona sólo cuando la miro entrar en la habitación, claro es para mí y para el mundo, que jamás podría tenerla-. Repuso atropellándose y con tono chillón mientras miraba al horizonte.

-Entonces, dígame: ¿Porqué meter debajo de la cama, algo tan macabro y espeluznante como un amor incomprendido? ¿A caso desea que con el tiempo sólo se agrave el problema? Claramente lo que usted necesita es desahogarse, pues mientras siga reprimiendo lo que siente jamás dejará de mirar a esta simple mujer como una semidiosa inalcanzable-. -¿Simple mujer?- Y continuó cambiando el tono de voz incluso levantando el tronco del diván y casi reincorporándose por completo. -Muchas cosas será, pero simple jamás podría. Es una perla preciosa, con poderes mágicos. Entrenada en el arte de encantar, el tono de su voz tan envolvente, nadie puede dejarla de escuchar, aún su belleza intenta distraer la atención de sus palabras, incluso al grado de alcanzar a confundirnos pero definitivamente...-. Interrumpió el doctor. -¿No se da cuenta de lo que está haciendo? Está elogiando sin control a una mujer a la cual no puede ni hablarle. Su retórica me enferma y me parece que lo que usted necesita es un antidepresivo y tomar unas vacaciones.

Ernest Bates, era un pobre asalariado de los suburbios de una ciudad en decadencia, leía novelas de amor en sus tiempos libres y siempre estaba buscando encontrar un poco de romanticismo en todo lo que hacía. Frecuentaba con regularidad los mismos lugares y compartía sonrisas con aquellos desconocidos a los que se hizo familiar a la vuelta de algunos meses. Llevaba a penas 6 meses en aquella folclórica ciudad, y ya sentía que había encontrado, el sueño de su vida.

El doctor, Lusian Velmont, un viejo amargado adicto a la cocaína, tenía fama de ser una de las eminencias de la cátedra de Psicología y Psicoanálisis de la Academia Nacional. Era de esos tipos que no pueden sostener un reconocimiento más, pero que probablemente no han dicho nada nuevo en 35 años.

Era, si bien un amargado y aburrido de la vida, un hombre inteligente y tenaz, agresivo y ambiciosa casi en demasía, que alcanzó los logros que había planeado para toda una vida en tan sólo diez años, por eso la actualización de su proyecto de vida consistió en derrocharlo todo, arruinarse, destruirlo todo y mirar como era imposible.

Ambos de padres extranjeros, en una ciudad pegajosa y olorosa, pero al mismo tiempo encantadora, llena de gente tan diversa que no era fácil dibujar una idiosincrasia general, el cielo y el infierno, acompañado de toques sincréticos entre lo que los nativos construyeron por años y los conquistadores transformaron en décadas. Una asquerosa desigualdad enmarcada en un sentido del humor ufano y profundo, una inteligencia cultural dormida y pasiva pero al mismo tiempo expectante. Escalofriantemente estática y activa. Construyéndose todo el tiempo, y destruyéndose al mismo tiempo, como con las mismas manos, como por las mismas cosas.

-Usted no entiende doctor. No es tan simple. Si bien no soy un genio, tampoco soy un imbécil. Es claro que la idolatro y que no me puedo controlar, es claro que es posible que ella no exista pero que aún así me esfuerce por recrearla constantemente en mi mente como un avatar de una historia perfecta. ¿Pero que más puedo hacer si jamás tendré una oportunidad de tener algo así? Estoy por demás agradecido de haberme cruzado en su camino, pues sólo verla tan de cerca me ha hecho vivir los momentos más felices de mi vida. ¿No se da cuenta que gracias a ella, pude por fin saber a que sabe el color violeta? Pude por fin ponerle rostro a todos esos poemas anónimos que he venido leyendo desde que tenía 7 años-. -No lo entiendo entonces,-. Repuso el doctor disimulando su honda respiración para calmarse. -Si es esta mujer la que ha abierto las puertas sensibles del mundo para usted, y su sólo contacto o cuasi interacción momentánea, sin palabras donde, probablemente, todo se reduzca al cruce de algunas miradas y entre aquellas, una tímida sonrisa de esta dama, que usted ha interpretado como una señal maravillosa y ha puesto todo el empeño que su imaginación y su locura le permiten para convertirla en el instante en que todo se volvió perfecto, ¿Porqué desea tan fervientemente olvidarse de ella?-.

-No es que lo desee, es que necesito hacerlo. Me reconozco indefenso ante ella, me entiendo completamente fuera mi mismo cuando estoy con ella, cuando hablo con ella, cada vez que la miro siento que puedo ver profundo en su alma, no sé claramente lo que veo, pues nunca había experimentado dicha conexión. Es por eso que no debo alejarme de ella, construir todo de nuevo lejos de la idea de ella, en donde pueda volver a florecer todo de nuevo, y en donde ella pueda volver a ser musa de todo lo que vendrá en mi nueva vida-.

-¿Dice que no debe alejarse de ella?-. Pregunto Velmont, como quien habla con un niño, -Que debo alejarme de ella, lo siento-. Corrigió Bates.

-En definitiva no lo entiendo-. dijo fríamente el doctor mientras hacía algunas anotaciones en su libreta. Es muy claro lo que pasa. Simplemente se ha fijado en una chica, pero el concepto de sí mismo no le permite sentirse afortunado y prefiere negarse la oportunidad de conocerla, adoptando el papel contemplativo y analítico que ha adoptado. En vez de conocerla, descubrirla y romper con el cerco imaginativo y mágico que usted fabricó a su al rededor, se queda ahí impávido, conforme y estático, sufriendo no de pena por una amor que no tendrá sino por la incapacidad de actuar y el yugo del miedo que como grillete le aferra al suelo por el miedo. Señor Bates, ¿A qué es a lo que más le teme?-. -No lo entiendo,-. Dijo genuinamente Bates mientras miraba al doctor desconcertado. -Si, ¿Qué es lo que teme que sucede si esta situación no se modifica? Porqué si está aquí esta mañana, y se ha excusado de sus obligaciones es porque debe pensar que algo grave sucederá de no modificarse esta situación. Así que señor Bates, dígame con franqueza: ¿A qué le teme?-.

Esta conversación podría seguir eternamente, ¿Este pobre hombre no se da cuenta que lo único que hace es divagar sobre sus miedos? Si las personas simplemente aceptaran que quieren cosas distintas a las que tienen y además a las que pueden tener, si fueran honestos consigo mismos y aprendieran a ver la belleza en todas las cosas que existen como únicas y dejaran de ponerle nombres y achacándoles emociones a objetos animados e inanimados. Si dejaran de vestir las ciudades con clichés y las mujeres bellas con sentimientos puros. No existe relación significativa entre el amor, y lo que los hombres de mis días entienden como belleza, seguramente en terrenos para mi incomprensibles es posible que exista dicha relación pero lo que a este hombre le pasa, es que tiene miedo de luchar por lo que quiere. Pensaba el doctor mientras Bates continuaba lamentando su situación y buscando argumentos rebuscados y sin sentido.

-...pero eso fue al principio, ¿Le hablé de como es que la conocí?-. -Señor Bates, son las 11:30, hemos terminado por el día de hoy-. -Pero doctor, creo que estamos a punto de llegar a un hallazgo trascendental en todo esto-. -Ya lo creo señor Bates, ya lo creo. Pero debo ser cabal con mis pacientes y eso incluye respetar el tiempo de todos ellos. La señora Schulman debe estar afuera esperando-. -Tiene razón doctor, discúlpeme. Muchas gracias por su tiempo en verdad agradezco....-. -Si Bates, sé que lo agradece. Lo veo la próxima semana, Cuídese. Dijo el doctor mientras acompañaba, apurando, a Bates hacía la salida de su consultorio.




Crecer

Por: Paulina Granados Navarro

Es de noche, nos sumergimos en un ambiente taciturno. La luz general es amarillenta y  tenue pero hay una luz blanca que hace posible la distinción de la entrada de un edificio verde. La puerta es de cristal, sinceramente muestra que en su interior hay un pasillo que encara a una pared artística, pues en su totalidad exhibe bodegones, cada uno de ellos encarándose estáticamente ante el espejo.

Es tarde, hace frío. Enfrente del edificio se estaciona un taxi amarillo del cual desciende un hombre delgado con algunos indicios de canas, en su piel se marcan apenas algunos surcos formados por las arrugas de expresión. Tiene un aspecto impecable, un portafolio y una bata blanca en el antebrazo. Paga y se dirige hacia su casa cuando se percata de que una horrible mancha ensucia la pasividad de su porche. Mientras el Doctor Pausanias se acercaba, detectó un apeste que lo obligo a respirar lo menos posible aguantando la respiración.

Su curiosidad era grande, observó analíticamente hasta distinguir un bulto de cobertores apestosos; las mantas eran de un gris homogéneo con destellos de los colores originales. Distrajo su mirada al avanzar para sacar las llaves cuando tropezó con un pie igual de negro calzado de tacón que se asomaba entre tantas cobijas. Se escuchó un grito nauseabundo mientras se movían las telas, pues de entre ellas salió un indigente como si fuera un zombie que sale de su tumba. El médico se estremeció sin poder evitar preguntarle que si se encontraba bien en vez de gritar. El hombre que tenía un trapo morado amarrado en la cabeza, encogió su pierna sollozando, interrumpiéndose con tosidos. Pausanias ansiaba entrar a su casa pero cierto humanismo o lástima se apoderó de él, obligándolo a dar una consulta express.

El paciente vociferaba cual demonio, daba la impresión de regañarse a sí mismo. El profesionista se agachó de cuclillas después de haberse puesto la bata para examinar a Asclepio y pudo ver cómo sus lágrimas enjuagaban la suciedad de su cara.

Vamos a ver. Dijo el profesionista mientras se ponía un guante blanco que había sacado de su portafolio para poder tocar sin peligro de contagio la pierna del enfermo. Presionaba al azar el miembro enfermo preguntando: ¿Duele? Recibió como respuesta chillidos de perro hasta que al tocar la pantorrilla, donde se sentía aguado, el chillido se convirtió en aullido de lobo.

La curiosidad del experto fue un incentivo para iniciar la búsqueda de alguna herida entre las costras de suciedad en la pierna. El olor era insoportable porque ya de cerca la peste se abstraía a un fétido olor a orines, aún así el morbo de Pausanias era estridente. Al fin encontró una pequeña herida circular por la espinilla, estaba infectada ya que por dentro tenía indicios blancos y por fuera estaba rosadito. El cirujano sin pensarlo dos veces apretó con el pulgar y el índice la incisión para exprimir cual si fuera un grano. El herido gritó agudamente e inútilmente intentó detener al intruso, quién atento presenció una explosión de millones de gusanitos blancos que apresurados se amontonaban al salir del cráter cutáneo. El asco fue tanto que aventó la pierna y se levantó rápidamente recordando su lema. -El mejor médico es el que no permite que sus enfermos se pudran, sino que los entierra inmediatamente.-

Decidido comenzó a patear el cuerpo infectado hasta dejarlo inmóvil. Ruido y calma. La culpa se hizo presente de tal modo que optó por refugiarse en su casa, sin entender que aquel hombre no moriría porque es alma pura. Que el alma hiede al lugar donde estuvo previamente, el inframundo.       


martes, 4 de octubre de 2011

El hombre y la sociedad implícita en las meditaciones metafísicas de Descartes, ¿Nacimiento o consolidación de una visión individualista?, Ensayo.

Quiero comenzar con un análisis sobre la cultura individualista extraída de los principios cristianos que regía en la época en que Descartes comienza a desarrollar sus reflexiones personales y explicar porqué no considero que haya surgido una revelación a raíz del pensamiento cartesiano, que si bien ensalzó y dio un impacto decisivo al pensamiento individualista e intelectual en general de la época, más bien Descartes ya era uno de esos hombres que habían nacido en una tierra que resultaba fértil para que en los hombres germinara el individualismo, como a la semilla y a la tierra, siendo el hombre esa semilla que no puede evitar florecer al caer en esa tierra fértil, fértil para un pensamiento individualista.

A diferencia del pensamiento grecorromano antiguo, el cristianismo desde sus inicios universalizó la posibilidad de alcanzar la gloria eterna, al menos en el cielo. Así mismo condena al hombre a la soledad de enfrentar por sí mismo la responsabilidad de afrontar su destino, alcanzar su propia salvación. Él por sí solo. Obviamente lo anterior no por medio de la introspección y la reflexión personal, como hace Descartes, sino por medio de la absoluta fe en Dios y la divina providencia.

Aunque el cristianismo pretendió convertirse en una institución rectora y proveedora de todo lo que necesita una sociedad, es una realidad que no tuvo los recursos, probablemente por los recursos tecnológicos de la época, para abarcar correctamente todas las áreas de la vida de los hombres, y el hombre se dio cuenta al paso de los siglos, que el único que podría salvar la vida y sustento propio y de sus familias, era por el mismo, por medio de preservar a toda costa el espacio vital, el alimento, y demás necesidades esenciales aún pasando por encima de otros seres humanos. Cuando una institución no tiene los recursos para poder controlar y proveer a todos los miembros de una comunidad o de un estado y además no les permite proveerse las condiciones necesarias para que las personas puedan por sí mismas allegarse los servicios que el mismo sistema de organización institucional no puede proveer, desaparece la posibilidad de una sociedad sustentable y se cierra la brecha para que la sociedad misma y los individuos puedan seguir desarrollándose.

Esto sucedió así en la época en que Descartes escribía sus meditaciones. Y por mucho tiempo atrás los hombres aprendieron a valerse por sí mismos en una forma salvaje y agresiva si llegase a ser necesario. Por lo tanto no sólo era una sociedad agresiva y egoísta sino que el yugo de una institución tan moralmente castrante como la iglesia católica, los individuos fueron cosechando dentro de sí mismos ese eterno conflicto en el poder impuesto y sus propios pensamientos, sin que necesariamente mucha gente hiciera algo por cambiarlo.

Dada la concepción católica del cuerpo, es claro que Descartes prefiera abundar en cuestiones metafísica, pero no tanto como el dice: “Porqué entender el alma es más fácil que entender el cuerpo” sino precisamente por esa falta de libertad sobre el cuerpo mismo. El hombre tenía esta eterna ambivalencia por las condiciones corpóreas de los seres humanos y no sabe bien ubicar hasta qué punto el cuerpo es parte esencial del individuo y hasta qué punto este ya no le permite continuar con el desarrollo del pensamiento abstracto. Así como el cuerpo, la sensibilidad en general se encuentra cercada por una delgada barrera que convierte prácticamente cualquier experiencia sensible en algo que podría derivar en una experiencia pecaminosa. En una época donde la máxima autoridad política y económica, pero además rectora de la moral y de las buenas costumbres, las personas estaban condenadas a sonreír y a asentir ante todas las proposiciones de la iglesia. Esto sin que por esa razón, las personas dejaran de hacer las cosas que consideran placenteras aún por encima, o por debajo de la vista de la autoridad moral, a escondidas, entre voces. Necesariamente lo anterior implica algo que podemos leer claramente en Descartes y eso es una doble moral sobre el comportamiento pero principalmente sobre la existencia de Dios.

Quiero abundar en el hecho que, en términos de Descartes, La existencia de Dios, y la meditación sobre la justificación de su existencia, no son más que apartados indispensables en términos editoriales para garantizar la publicación de su obra, más no un genuino deseo por esclarecer dicha cuestión.

Por eso puedo pensar en una sociedad y en un hombre en conflicto consigo mismo, atrapado en un yugo que no le permite expresarse libremente, y que aún en el pensamiento pueden ser copados y condenados por la misma iglesia.

Esta doble moral, con la que este filosofo tiene que convivir invariablemente, lo condena a reflejar dicha necesidad de expresión, de crítica y de duda, sin embargo tiene que tener el tacto y la inteligencia literaria para hacer que su texto contenga los elementos necesarios para que a simple vista no se note el mensaje subversivo y toda la serie de implicaciones que dichas meditaciones conllevarían.

Sirviendo lo anterior como introducción a la concepción de un periodo de tiempo y un tipo de pensamiento definido, a continuación describiré al hombre y la sociedad implícita en las meditaciones cartesianas:

Existen 3 rasgos fundamentales en la sociedad y el hombre de esta época y son:

1. Falta de certezas jurídicas y desconfianza generalizada en los otros individuos.
2. Una doble moral sobre lo que debería hacerse y lo que se hace en realidad.
3. Una necesidad de rompimiento con las instituciones establecidas.

Dudar proviene del hecho de no confiar en algo. Por lo tanto se cuestiona con la intención de desenmascarar algo que es distinto a como se muestra en la realidad. Una duda tan profunda como la cartesiana es una manifestación de la necesidad que sienten los hombres por entender y hacer suyos los conceptos que se nos inculcan como propios antes de poder siquiera entenderlos y mucho menos hacerlos propios de forma consciente.

Sin embargo también es cierto que además, hay una serie de incongruencias y vacíos que la institución católica con su doctrina no alcanza a cubrir. Todas las dudas naturales que pueden ir surgiendo en la gente, en muchos casos, las condena y persigue y a todo aquel que pretenda cuestionar de manera seria los preceptos eclesiásticos.

La escasez, la falta de servicios públicos integrales, la insalubridad, la falta de medicamentos, las pugnas raciales y las pugnas nacionalistas, y los años que llevan los seres humanos luchando unos contra otros, fortalecen las condiciones para que no exista un concepto tal como la justicia, y mucho menos un sistema de impartición de la misma. Si bien ya existe un esquema de policía y de seguridad, así como la intención de brindar una previsión social, la mayoría de las personas viven en condiciones selváticas en términos de certezas jurídicas.

Sin la intención de redundar, quiero aclarar en este punto, una vez más, que una sociedad a la cual el estado no puede proveerle lo mínimo indispensable para que conviven en paz, estará condenada a mirar a sus habitantes como enemigos, y a hacer todo lo posible por proveerse a sí mismos y a los suyos, insisto, aún por encima de las necesidades de los demás.

La prohibición generalmente estimula el deseo de poseer o realizar el objeto de dicha restricción. La incapacidad de controlar y gestionar todas las áreas de la vida de una sociedad y el deseo intempestivo del ser humano de hacer su voluntad orilla a que los individuos aún por encima de la ley, o de la moral actúen según sus convicciones más profundas o simplemente impulsados por sus deseos más viscerales. Sin embargo el precio de revelarse abiertamente y demostrar una oposición concreta en contra del régimen establecido, en la época de Descartes, era la muerte. Por lo que lenta y gradualmente la sociedad regida por el cristianismo se fue convirtiendo en una sociedad hipócrita, que sonreía en las iglesias y que apuñalaba en los callejones.

El distanciamiento de las leyes tanto estatales como morales de las necesidades de una sociedad, necesariamente obliga a una separación y la generación de un código independiente complementario en donde las personas tienen un mayor margen de acción, siendo que mientras que no se realice una actualización y un consenso entre lo establecido y lo conveniente y lo deseado por la mayoría, el estado no podrá evitar que las personas procedan como mejor les parezca.

El problema de “proceder como les parezca” es que difícilmente se puede tener un consenso, una regulación y una legislación con respecto a las actividades que involucran a más de un individuo, y en casos de controversias y disputas la única solución será seguir tomando el control y la justicia en las propias manos de los involucrados, cabe mencionar que dicha respuesta generalmente es violenta, descontrolada y parcial hacía el más fuerte.

Cuando los individuos dentro de una sociedad perciben a los otros como peligrosos, difícilmente se pueden construir bases significativas para consolidar un desarrollo comunitario. Es cuando la gente no puede confiar en la gente que tiene que cuidarse de ella. La actitud ante el otro entonces se vuelve hostil y competitiva. Se intercambia lo estrictamente necesario y se teme constantemente ante una injusticia o un abuso, siendo esto lo que aleja al individuo de los demás individuos en términos generales.

Por otro lado, la expresión proviene de la necesidad de compartir. Generalmente la expresión se vuelve necesaria cuando existe una acumulación de algo, una compresión, un desarrollo o un sentimiento. Una vez que este se lleva a cabo se comparte, ¿Porqué Descartes decide dudar? ¿Cuál es origen de la duda cartesiana? Propiamente sería imposible determinarlo pero después del análisis que hemos venido llevando a cabo, parece comenzar a dibujarse líneas importantes que van definiendo no sólo la intención de Descartes, sino también la euforia intelectual que existía y las pocas concepciones profundas a las que la gente en general podía acceder, fuera de la perspectiva oficial.

Es una manifestación de la necesidad por ir más allá de los conceptos establecidos y buscar una nueva manera de valorar y construir las cosas, la realidad y al mismo ser humano. Una visión más humana de la realidad e ir cambiando el peso de la responsabilidad de la existencia de las manos de Dios, a las manos del propio hombre, obviamente revelando lo anterior de manera sutil y aún comprobando la existencia de Dios.

Descartes viene a consolidar una idea que se fraguaba sin voz en la concepción de todas las personas hundidas en la soledad y en la ignorancia. La construcción mental que justifica la existencia del hombre por medio de la existencia de su propio pensamiento, libera al hombre de Dios, y de la sociedad misma, le permite tomar su destino en sus propias manos y luchar por las cosas que quiere y que cree. Como lo habían hecho por miles de años pero esta vez tratando de dejar el nombre de Dios a un lado.

No olvidemos que Descartes era un soldado de fortuna y se dedicaba a hacer dinero peleando las batallas de otros. El sentimiento individual y la valoración de los deseos personales por encima de los deseos de la comunidad explican de forma muy concreta como es que el hombre por medio de la individualidad exacerbada alcanza una supuesta realización que hasta entonces nadie se había atrevido a plantear.

A diferencia de mi concepción original sobre que, Descartes había instaurado un sistema de pensamiento hasta antes desconocido, más bien se ha convertido en la concepción de que fue la consolidación del pensamiento de toda una época, que vino a darle voz a esa necesidad humana de seguir justificando su egoísmo. Un enfoque en uno mismo definitivamente permite revalorar la vida y las acciones, pone en perspectiva el valor real de las cosas, del valor del otro y del valor de uno mismo. Sin embargo, no volver a integrarse con la sociedad, el otro y el entorno, nos imposibilita a mirar y nos incapacita a actuar moralmente en términos prácticos.

El ser humano ha venido escribiendo su historia, y las circunstancias históricas han venido escribiendo la historia del ser humano junto con él. Descartes, que era mercenario, poeta, filósofo y muchas cosas más, es el emblema de la duda filosófica, hace una crítica válida a todo lo establecido y obliga a la reflexión de todo cuanto lee sus meditaciones. Es un icono en una sociedad en vistas de transformación, un hombre que está comenzando a romper con lo establecido de manera sistemática y que no se conforma con lo que hasta ese momento se había conformado. Descartes trae una estructura de pensamiento revolucionaria e individualista esencial para que las personas hicieran consciencia sobre sí mismos y su poder. El pensamiento transformador permitió el fin de las certezas autoritarias y por fin dio paso a un sistema distinto, basado en el esfuerzo personal y la acumulación de riqueza, que tampoco vino a traer, en absoluto, mejores condiciones para la calidad de vida de las personas, su desarrollo personal o siquiera una mejora en la expectativa de vida, pero en definitiva era indispensable para alcanzar el desarrollo que hemos podido edificar con el paso de los años.

Bibliografía
René Descartes, Meditaciones Metafísicas (1641).

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