domingo, 9 de septiembre de 2012

Hay una nube en el cielo papá. ¿Eso qué significa?

No muy tarde no muy temprano, descubres que las cosas son tridimensionales también en términos de su valor y sus funciones. Por obvio que esto pueda parecer para la mayoría,  me sorprende sentir esta revelación que no entiendo bien que significa.

Pero es inevitable sentirse abatido por la sobre exposición a cierto tipo de situaciones, personas, actividades, y cualquier otra cosa sensible como el clima o algún tipo de alimento. Es empalagarse de sentir.

Pero al mismo tiempo, y aún con todas las sensaciones que experimentamos, nos percatamos que no sé alcanza una sensación que predomine con armonía y pueda orientar nuestro sentir. Estamos en una contínua búsqueda a ciegas de algo que no conocemos, y lo peor, decimos estar seguro que es eso que queremos sentir. Somos tan selectivos en función de una imagen que no tiene contraposición en la realidad como un sólo objeto, sino que esa imagen se encuentra formada por la optimización de la imagen de todos los objetos que podemos ver en la realidad. Aunque esto sea una actividad practicamente, inherente al ser humano, provoca precisamente estas extrañas encrucijadas en donde se tiene una idea distorcionada de la realidad.



Historia sobre el getto

Ayer soñé lo siguiente:

Por alguna extraña razón, nos dirigíamos a un pequeño terreno ubicado en alguna parte del oriente de la ciudad de méxico, en donde había una especie de comuna/ vecindad bastante peculiar.
El piso era de tierra aplanada, adentro y afuera de las casas, las casas eran más bien pequeños cuartos en donde vivían hasta 10 personas. Además de estas concentraciones cuartos y lonas había remolques bastante bien logrados, con pintura brillante y plantas adornando la entrada. Basicamente era un lugar interesante porque todos parecían conocerse y hablar constantemente unos con otros en cualquier momento. Se vislumbraban todo tipo de riesgos desde brutales actos de incesto hasta asesinatos a sangre fría con artefactos punzocortantes.

Pero en fin, al parecer conocíamos a alguien adentro y estábamos ligeramente a salvo,

(Como en todo buen sueño recuerdas cosas mientras lo vas contando, así que: Conducíamos camino a un lugar conocido, que se veía a la distancia, todo iba bien y feliz hasta que por alguna razón la calle se volvió muy muy fea y en un instante estábamos inmersos en una especie de barranco con empedrados y gente corriendo por las calles, por un momento la visión se torno más como una especie de castillo tenebroso con altas torres y soldados por doquier, aunque en realidad eran sólo barrancas y miseria. Le preguntaba a un niño mientras bajábamos cual era el nombre de la colonia y el dijo: - Sta. Lucia. Me pregunto si sabría que Sta.. es la abreviación de santa.)

Estábamos a la mesa y éramos un grupo de unos 5, recuerdo a algunos de los miembros pero honestamente no a todos, sin embargo en el sueño éramos un equipo, todos estábamos cuidándonos a todos y al pendiente los unos de los otros. Hasta que empezamos a desaparecer.

En la cancha que estaba a tan sólo unas lonas, guacales y casuchas de distancia se encontraba una cancha de basketball en dónde un grupo de adolescentes jugaba felizmente en algunos casos completamente desnudos. En la mayoría de los casos sus pieles eran morenas pero había singulares y contrastantes excepciones, me preguntaba quienes vivían en ese lugar.

Era dificil mirar a cualquier lado, no se sentía uno cómodo permaneciendo ni moviéndose demasiado, cada esquina parecía haber alguien listo para dispararnos o hacernos algo, Mientras conversábamos en las afueras de la casa que nos hospedaba se acercó alguien a decirme que no éramos bienvenidos que debíamos irnos pronto.



Entonces lo último que recuerdo es que estaba yo en un pequeño salón dando clases a unos niños pequeños digamos entre 3 y 7 años en unas condiciones horrendas, entre basura y sentados sobre cubetas aunque recuerdo que algunos tenían paletas en sus bancas, un color verde brillantes se escondía en la paredes detrás de toda la inmundicia, que bueno que no recuerdo haber percibido aromas en el sueño.

Después por algunos momentos volvía a donde mis compañeros y ya no había nadie. a David que traía su carro, de plano no recuerdo haberlo visto de nuevo. Solamente quedaban por ahí algunos llevando a cabo actividades bastante inusuales. Algunos conversaban con locales quienes airadamente y emocionados por tanta atención gritaban y saltaban atrabancadamente, otros yacían ya secuestrados, no sabíamos donde estaban pero sabíamos que los tenían confinados. Probablemente vivos y solamente con la intención de negociar, (No entiendo porque en condiciones tan precarias tenía una imagen tan estratégica de nuestros captores) Sin embargo aún sentía que la situación se podría resolver pacíficamente, así que comencé a reunir a los que quedábamos para planear un escape.

Es extraño como en el transcurso de todo el sueño, en cada rincón de aquel gueto había una mirada dulce que se encontraba con mi mirada. Desde ancianos enfermos y con la mirada perdida que se acercaban al calor de una mirada fresca, desconocida, llena de cosas que no entendemos y probablemente ni confiamos. Niños, mujeres algunas miradas con más inocencia que admiración, otras con desprecio, otras clamando por piedad, ayuda una llamada de atención a la indiferencia.



Sin embargo me costaba trabajo mantener la mirada y en algunas casos intercambiaba sonrisas, que son tornaron peligrosas cuando las otras personas interpretan equivocadamente las miradas y las sonrisas.

Finalmente no recuerdo como, pero salimos de ese lugar y recuerdo haber tenido la imagen de ese mismo lugar ya abandonado, sólo como los remanentes de algunas de la edificaciones, y uno que otro remolque viejo y despintado, tenía piso de cemento y pinta de una especia de estación de servicio. El lugar más deprimente en el que he estado en esta ciudad, en mi sueños claro.




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