
Las agencias se están volviendo locas, todo el mundo está arreglando detalles de último momento y yo, estoy a punto de estallar como palomita.
No he comido aún y sigo con una espada metida entre el alma y cerebro y por alguna razón tengo esta sensación de que nada nuevo sucede desde hace mucho tiempo.
Esperemos que después de la comida el mundo tome un rumbo más buena onda.
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