Lo que me fascina es que aún así, tuvimos unos momentos mágicos, ya sin manos y sin piernas, ya después de muchos meses, lágrimas y golpes, pudimos tener momentos, tan nuestros, como mirar directo a los ojos de Dios y verte hoy, recordar que tus piernas al Sol pueden ser más que un simple espejo.
Y me quedo con tanto, pero también con eso. Con esa magia creadora de momentos, la capacidad de vincular nuestras existencias por siempre y la posibilidad de seguir adelante, creciendo, brillando conquistando al universo.
No sé bien como puedo pensar en estos momentos, siento como si estuviera bebiendo una taza de té en medio de un vortice asesino en un cuento de Allan Poe, pero así parece ser. He, por fín, trasminado la línea entre la cordura y la locura y me siento aliviado.

Y sí me sobra algo de aliento para levantarme y mis piernas rotas me sostienen, que venga pues de nuevo la vida, me encantaría recibirla con los brazos abiertos y los ojos cerrados, hasta que me arranque finalmente las alas.
Te exra;o
ResponderEliminarTe amare siempre