martes, 26 de julio de 2011

Escasez

A quien corresponda:

No por ser un día de verano, las hojas de los arboles no van a caer. Aunque existen razones suficientes para enlazar el sentido de los actos recientes en un determinado momento histórico, no enlazarlos es igual de válido. Por eso parece ser un placer caprichoso de algunos seres humanos el pensamiento crítico.

¿Qué responsabilidad existe en los actos conscientes de una persona que considera el asesinato un oficio aceptable? ¿Qué más da que este individuo haga consciencia, se cuestione y hasta actúe de acuerdo con su moral? Al final los que no matamos, sólo tenemos esa singular distinción de los asesinos.

Parece ser que la acción es la forma más válida de interacción. El juicio ya es un tanto quisquilloso. Cada día que pasa hablar se vuelve más incoherente. Las conversaciones están llenas de elementos que obstruyen la comunicación. He notado que muchas cosas dentro de un mensaje, no sólo son innecesarias, sino que implican un alto grado de contextualidad, que si bien ya tenía claro que en mi país el contexto es sumamente importante, me temo que no había reparado en esta práctica en muchas ocasiones es causal de malos entendidos.

Por eso ya no se que decir, ni que pensar. Todo lo que había creído luce tan parco, tan hueco, tan superficial. Y pues parece que no sé, o nunca supe donde indagar lo que realmente tiene caso conocer, degustar y probar. Supongo que debo tomarlo con calma y dejar que el presente me envuelva en su instantaneidad, su tiempo sin tiempo, como una fotografía.

Es como la belleza de una mujer bella. Belleza que se esconde principalmente en sus palabras y en sus ojos, pero que se desborda en su aroma, en sus manos y en como te toca. Vive en la expresión de su rostro, por eso no se va con los años, la juventud la esconde pero no para siempre. Pero sin duda la única arma que tiene la belleza auténtica se encuentra en la voz apacible de una mujer segura de si misma y que no tiene miedo a hablar sin la necesidad de decir algo. Es la inteligencia natural y graciosa, la seducción y el poder de los cuerpos femeninos de hacer con todo lo que existe un espejo.

Paradójicamente tanta vitalidad y fuerza que parecieran ser eternas, se disuelven fácilmente en el miedo, el ego y en lo superficial.

Es difícil pues explicar con palabras lo que considero ningún discurso puede englobar, me gusta tanto escribir que me obligo a pensar en voz alta, un poco para aclarar mis ideas y otro poco para corroborar que existen y hasta posiblemente hagan sentido, en otra realidad ajena a la mía.

Y sino no importa, lo que tengo que hacer ahora es: observar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y... ¿Cuál es tu opinión?

Blog Advertising - Advertise on blogs with SponsoredReviews.com

Entradas similares