Lo que detiene a México, es la Sociedad Civil

Por mucho tiempo, como muchas personas, pensé que la situación de mí país estaba en condiciones desfavorables en muchos sentidos, pero estaba casi seguro, que el problema era: el gobierno, la televisión, los medios de comunicación, Estados Unidos, el capitalismo, la iglesia católica y muchos más.

Pero en realidad y después de vivir más de 20 años en una ciudad tan grande, habitada, increíble, conflictiva, llena de contrastes, bellezas naturales y arquitectónicas clásicas y contemporáneas; además de conceptos sociales, culturales entre muchos más, tan complejos, tan originales y abundantes en riqueza inmaterial; me doy cuenta que lo que tiene a mí país en un estancamiento brutal, es la sociedad civil.

Primero es importante destacar que si conozco la expresión: "sociedad civil" es seguramente gracias a los activistas y gente comprometida con la sociedad y que conoce la importancia de no conformarse, aceptar que existe un trabajo desatendido y que nadie, más que nosotros mismos debemos atenderlo. La apatía es más tóxica que la misma corrupción. Por tanto, no digo que las diversas asociaciones que trabajan en temas de desarrollo social y de integración, así como proyectos culturales y económicos de desarrollo sustentable, no estén haciendo nada, al contrario, ellos han despertado en mí el interés genuino en trabajar un poco más por los demás y por mí mismo.

Mi reclamo está dirigido al resto de la sociedad civil, que nos dedicamos a mirar por la ventana de nuestras casas la realidad que no nos gusta, pero tampoco hacemos nada por cambiarlo. La gente creé que por ir a votar y pagar sus impuestos, en el mejor de los casos, están aportando su granito de arena con el desarrollo del país. Claramente he visto en los últimos 20 años que eso no es ni cerca suficiente.

Porqué la gente que no se da cuenta, o no se quiere dar cuenta, quienes no desean ser conscientes de su responsabilidad en la situación del país, no sólo no nos ayudan a desarrollar México, sino que ceden su poder a otro, o a otros que maliciosamente se aprovechan de la apatía de la sociedad civil en general para instaurar todo tipo de mafias que viven del poder al servicio del estado.

Pero ni siquiera los juzgo a ellos, ellos por lo menos actúan. Tal vez robar no es algo bueno, pero es una acción, ya es hacer algo. El problema claramente es: Las personas que no hacen nada, pero además no les importa, pero además lo justifican porqué saben que moralmente todos deberíamos tener el compromiso de desear un país mejor. Estoy seguro que saben que no están haciendo nada pero les vale más vivir en el autoengaño, que hacer algo.

El llamado es a la acción, ¿Cuál? ¿Qué propongo? Propongo muchas cosas, de hecho constantemente las escribo y las enlisto, trabajo todos los días por hacer realidad las cosas en las que creo, por ambiciosas o simples que estas sean. Pero lo que yo proponga en general y para fines de este comentario, no importa. Haz cualquier cosa, haz lo que tu creas que ayuda a los demás y a ti mismo, desde limpiar el lugar donde todos comen, hasta recoger un perro de la calle, dar clases de regularización, o pintar la fachada de la casa.

Es informarse, conocer las tantas posibilidades que existen y además luchar por obtener las que no existen y que son deseables tener. Todas las cosas son posibles, sólo debemos plantearlas y trabajar por ellas.

Lo anterior implica esfuerzo. Sacrificar unos momentos para dedicarse a algo que esté construyendo algo más grande, y con el esfuerzo de todos, hacer algo inmenso.

Mientras la gente siga mirando por la ventana: los problemas de su país, de su ciudad, de su colonia y hasta de su casa, las cosas no van a cambiar. Las cosas han cambiado porque existe gente que trabaja, que hace, que actúa, para bien o para mal, para el bien de todos o para el bien personal, pero si las cosas son como esas personas quieren, esta bien porqué ellos lo están haciendo, si a tí no te gusta, ¿Qué estás haciendo por cambiarlo? Yo en lo personal, decidí escribirte a ti.